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BIENVENIDOS A ESTE BLOG, DONDE PODREIS ENCONTRAR UNA SERIE DE RELATOS E HISTORIAS SACADAS DE MI MENTE QUE IRE PUBLICANDO DE VEZ EN CUANDO AQUI. ESPERO QUE DISFRUTEIS CON ESTAS HISTORIAS, TANTO COMO YO LAS E DISFRUTADO ESCRIBIENDOLAS.

viernes, 18 de junio de 2010

El Eclipse

Los indígenas condujeron a las harapientas y sucias victimas hacía el gran altar de sacrificios que se encontraba al pie del Gran Templo de los Dioses de la Guerra. Entre los prisioneros figuraban varios extranjeros, Castellanos. Uno de ellos todavía no se podía creer que a pesar de todos sus intentos no había podido escapar de aquellos salvajes que se hacían llamar aztecas. Para colmo al parecer el sería la primera víctima por lo que había entendido a sus carceleros unos minutos atrás que aquellos barbaros e incivilizados ejecutarían en honor a sus brutales divinidades. El siniestro cortejo se detuvo ante el altar. Delante del altar se encontraba concentrada toda la aldea al completo (incluidos niños). El Castellano, que se llamaba Pedro Sanchez de Quijada no pudo el pensar que aquellas gentes al verle parecían divertidas con él, como si fuera un mal bufón que había que castigar sin piedad por contar un chiste de mal gusto. Intento quitarse esa idea de la cabeza, ya que no podía ser aquello que estaba pensando. Ese pensamiento fue sustituido por el recuerdo de su captura hacía 3 días en las profundas selvas cuando estaba haciendo una misión de reconocimiento con su compañía para dar caza a rebeldes indígenas. Durante ese reconocimiento de la zona, habían sido acribillados a flechazos gran parte de la compañía que el dirigía, salvo unos pocos soldados y el mismo. Habían sido llevados él y los pocos supervivientes por la espesa selva (maldita selva de los mil diablos, pensaba el capitán Castellano) hasta llegar a la pequeña aldea. Allí encarcelado y temiendo su muerte por aquellos animales que vestían taparrabos y otras absurdas vestimentas había intentado idear un plan. Gracias a sus conocimientos de los astros que había estudiado de los antiguos griegos en la Universidad de Alcalá de Henares, se dio cuenta que en los próximos días ocurriría un eclipse total de Sol. Con aquel precioso secreto decidió amenazar a los indígenas con que si le mataban su muerte provocaría un oscurecimiento del Sol y que traería grandes catástrofe si su sangre se derramaba, ya que él en su tierra era un gran chaman dotado de extraordinarios poderes. Los indígenas se quedaron desconcertados y Pedro Sanchez de Quijada pensó que también con algo de estupor. Creía el Castellano al ver aquel desconcierto que los indígenas se lo habían tragado aquel ardid y que le dejarían libre. Pero el Castellano no se dio cuenta de un detalle y es que si bien aquellas gentes que el consideraba poco menos que bestias había reaccionado con estupor ante aquellas amenazas el miedo no había aparecido nunca en sus gestos ni en sus miradas. Y así había llegado aquel hombre a aquel momento que presagiaba que sería el día último de su vida, el día de su muerte. Unos sudores fríos le recorrieron por la espalda y unas gotas de sudor empezaron a deslizarse por su cuello, haciendo que los pelos se le erizasen. Le condujeron ante el altar, pero el castellano empezó a forcejear frenéticamente, desesperado por intentar evitar lo inevitable. Los indígenas consiguieron reducirlo y pusieron su cabeza en el altar de sacrificios. La agitación del castellano provoco que su respiración se desbocase, como si fuera un pez sacado del agua que intenta coger bocanadas de aire frenéticamente. Después de unos minutos, no paso nada. Los indígenas no ejecutaban al castellano. Entonces una idea, ese tipo de ideas que un hombre tiene cuando esta a las puertas de la muerte tiene de última esperanza se encendió. Tal vez aquella gente llegado el momento de ejecutarle no se atrevían a hacer por que guardaba dudas sobre si realmente él era un poderoso chaman. Un sacerdote se acerco con algo, parecía una tabla de arcilla. Mientras el sacerdote venia con aquella misteriosa tabla de arcilla, el cielo empezó a oscurecerse. Nadie se extraño que sin que hubiese nubes en el cielo la oscuridad empezase a extender antes de que llegase el mediodía. Nadie se extraño salvo el castellano, que estaba confundido por aquel fenómeno, pero enseguida una luz se le ilumino en la cabeza. El Eclipse. Se le había olvidado por completo que aquel día era el día del eclipse que él había mencionado a los indígenas. El sacerdote empezó a recitar una especie de lista con fechas y años. Las fechas de los eclipses que se producirían en los próximos siglos. El estupor se adueño del castellano y comprendió que el burlado había sido él y no aquellas gentes Y es que los Aztecas ya sabían antes que los europeos de los fenómenos llamados eclipses y había averiguado las fechas, sin necesidad de las matemáticas ni de los conocimientos de los grandes pensadores de Grecia. Pero aquella reflexión

, aquella verdad descubierta no le valió de nada al Castellano, que mientras intentaba aun asimilar todo aquello, fue ejecutado por las mismas gentes que él había despreciado e infravalorado.

.Posdata: la historia es sacada de mi cabeza, si bien esta vasado en un hecho real y el personaje protagonista es inventado por mí.